sábado, 1 de noviembre de 2008

Emociones literarias

Realmente, hubiera sido mucho más típico que le dedicase una entrada al Halloween de los truenos, pero realmente paso. Y eso que estuve a punto de ir (disfrazado de regente de Guttburgo, todo sea dicho de paso), pero casi 11 horas de sueño (¡toda una epopeya en mí!) demuestran que no me equivoqué. De todas maneras, me fascina el concepto de "disfrazarse de cosas que dan miedo" que tiene la gente, porque disfrazarse de mecánico de Fernando Alonso NO da miedo, disfrazarse de Wyoming NO da miedo, disfrazarse de enfermera sexy NO da miedo, disfrazarse de diodo LED... bueno, eso sí que no sé si da miedo o no, veis. Realmente el tema "de qué tiene miedo la gente" podría ser objeto de una interesante entrada... pero esta entrada va por otro lado. E incluso, si la lee, puede que sorprenda a Adrián, que siempre me dice en conversaciones de libros sólo sé criticar la narración. En fin.


Juzgad vosotros mismos...

¿Nunca os ha pasado, que cuando termináis un libro, sentís "¡qué gran libro acabo de leer!", y os sentís como emocionados? Quizá no sea una descripción muy precisa, y es que realmente es difícil de explicar. Puede sonar extraño, pero realmente hay historias que te consiguen como llegar al corazón, y hacer sentir como... hum... no sabría decir si vacío, emocionado, incluso nervioso. Como si realmente lo que acabáis de leer os haya parecido un señor libro. No sé, es que es extraño, y últimamente ya me ha pasado dos veces en apenas un año.

De hecho, un día llegué incluso a pensar en empezar a escribir una especie de relatillo corto, que hablase de las emociones que provocan los libros en quienes los leen, y en quienes los escriben. Que la propia pluma del autor fuese dando rienda suelta a la especial relación entre el autor y su escrito, como formando parte de él y queriéndolo dar a los demás. El problema es que eso es difícil de redactar.


Durante este verano, me han surgido en mi mente un par de historietas nuevas, que más o menos he desechado porque daban lugar a historias demasiado largas que no iba a hacer, y con un final no visualizado... a parte de un poco pornográfica una ya de primeras, pero bueno. Y más o menos hacia finales de Septiembre, mediados del mes pasado, surgió en mi mente una nueva idea. Pretendía hablar de la confusa relación del autor con un amigo suyo, el cómo sentía que a veces le trataba revelándole sus más íntimos secretos, y sin embargo otras le defraudaba. Cómo el autor siempre se preocupaba por él, pero el amigo pocas veces se preocupaba por él. La historia pretendía exaltar en cierta manera la amistad... para después hacer ver, al final, que el amigo del autor no era otro si no un libro. La verdad es que la historieta me gusta, y es posible que alguna época que me dé de estas de decaimiento que me caracterizan me anime a escribirla. Al fin y al cabo, es la idea que más me ha atraído y más completa me ha venido a mente en el último año.

Y todas estas reflexiones que me han venido a mente, y estas ganas de escribir historias que sólo falta que se me concreten, fueron gracias a un señor libro como es La sombra del viento, que hace realmente gala de ser un best-seller con todas las letras, no como otros. La historia simplemente llega. Y este viernes, terminé de una panzada con el ya empezado El Médico, otro señor libro que, pese a no exaltar la literatura de una manera tal como lo hace el primero mencionado, sin duda alguna es distinto al resto. Y el saber que algún día puedes encontrarte con estos libros, que no sólo son distintos (de esos se pueden enumerar una buena cantidad más, y de hecho entre ellos posiblemente están algunos de mis preferidos) si no que encima... te llegan... de alguna manera extraña, supongo que dependerá de cada uno, pero percibes que al menos para tí, son algo especial... sin duda, buscar esta sensación, permite fascinarse aún más con la lectura.

¿O nunca os ha pasado esto? A lo mejor yo soy el raro sentimental noño, que tampoco me extrañaría. A mí a noño hay veces que no me gana nadie

Un matemático y un físico van a una conferencia de física teórica,
con teorías de Kulza-Klein involucrando espacios de dimensión 9. El físico
está hecho polvo al cabo de un rato, pero el matemático parece interesado,
así que el físico le pregunta, aburrido:
- Oye, ¿cómo puedes aguantar este rollo ?
- Bah, es fácil, todo consiste en visualizarlo.
- ¿Pero cómo visualizar un espacio de dimensión 9 ?
- Visualizo un espacio de dimensión N y luego hago N igual a 9

9 comentarios:

Milú el Bárbaro dijo...

jo, ya nos has destripado el final de la historia... haz la otra, la porno, que igual hacen una peli basado en ella xD

Yo lo mas parecido a lo que describes al acabar un libro es, nada mas acabarle, cerrar la tapa y quedarte con el en las manos, reflexionando sobre lo que sea.
A veces me pasa, pero no mucho, la verdad

David dijo...

A ver, el inicio era más bien porno XD El resto de la historia, lo tenía en elucubración mental. Esta me vino a mente por Agosto o así, más o menos cuando estuve por tu tierra, y se supone que iba a ir de un chaval al que le molaba una tía pero no se atrevía a nada. Claro, vete tú a sacarle un contenido filosófico profundo a eso... directamente es que no lo tiene. Hubiese sido el típico final en el que alguien se le adelanta, y a tomar viento. Sin embargo, la idea esta del libro me gusta bastante más... al menos, es original... creo.

Y eso. Lo de los libros, tal y como dices, no pasa mucho, como dices... pero te quedas pensando en lo que has leído y te dices, dios mío qué guapo, por ejemplo. No sé... ya digo que no sé explicarme. Pero lo que puedo decir es que libros que siempre recomiendo porque me han gustado mucho no han producido en mí esta sensación, que estos dos que puse arriba sí.

Es raro ^^

Saúl dijo...

La sombra del viento es único. Es uno de los pocos que te enganchan y mientras lo vas leyendo te vas emocionando. El siguiente que ha escrito el mismo autor, "El juego del angel" no consigue trasmitir esa magia...

Y queremos porno literario David. Asi que ya sabes, ha escribir ^^

Ignat van Sol dijo...

Pues a mi "La Sombra del Viento" me pareció una bazofia. Un producto artificial creado con la única intención de tocar la fibra sensible del público y así vender más. Y oye, que a todo el mundo que conozco el libro de marrás le gustó.

"El médico" no está mal. Las dos continuaciones que tiene son peores en mi opinión.

Algunos libros son tan buenos que desearías que no acabaran nunca. Me ha pasado un par de veces. La sensación es extraña, como de pena...

David dijo...

¿"ha" escribir? ¿el qué voy "ha" escribir Saúl?

La verdad es que de las continuaciones me han hablado bastante flojete. ¿Con qué libros te has quedado con ganas de más, Ignat?

Salud!

Milú el Bárbaro dijo...

Lo que dices Ignat, a mi me resulta curioso.
Cuando estoy leyendo un libro así lo "devoro", deseando terminarlo cuanto antes. Luego llegas al final y piensas... jo, ¿y ahora que leo yo? :P

Anónimo dijo...

esto a mí me ha pasado CONTADAS veces y eso que leo muchísimo... sólo me ha pasado, que yo recuerde, con Memorias de Idhún, Crónicas de la Torre y la saga de Geralt de Rivia. En fin...xD


saludos

Rubén dijo...

Eso no es un led, xd, eso es un condon verde.

Ignat van Sol dijo...

Pues que me haya pasado, últimamente sólo con los de Prattchet. Pero es que no tengo tiempo para leer mucho más...

Recuerdo que "Sinue el egipcio" me impactó bastante en su momento. Supongo las escenas porno a mis 12 tiernos añitos influyeron bastante xD

Lo que dices Milu también me pasa a mi. Pero yo intento racionarme los libros. Si es muy muy bueno me marco cuotas en plan "hoy no más de 20 pags" suena ridículo pero es que a veces me a ocurrido leerme libros entermos de una panzada y luego ni acordarme de que iban...

Así no se disfruta ni nada. Es ANSIA xD