Porque los Reyes Magos son astrónomos

Biblia según San Mateo:

Fue nacido Jesús en Belén de Judea en días del rey Herodes,
unos magos vinieron del oriente a Jerusalem,
Y diciendo: ¿Dónde está el Rey de los Judíos, que ha nacido?
porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.

Y oyendo esto el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él.
Y convocados todos los príncipes de los sacerdotes,
y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.

Y ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:
Y tú, Belén, en tierra de Judá, no eres muy pequeña entre los príncipes de Judá;
Porque de ti saldrá un pastor, que apacentará a mi pueblo Israel.

Bueno, hete aquí las paradojas de la Biblia. En ningún momento dice que fueran tres, y en ningún momento se dice que fueran Reyes. Pero mira por donde, lo que todo el mundo coincide (no tenéis más que buscar un poco de información por internet) es que eran expertos astrólogos. Y bueno, no es exactamente lo mismo que un astrónomo... pero todos conocéis mi afición por la astronomía. Así pues, no puedo dejar de reseñar esto:

Los Reyes Magos realmente eran sabios, sabios astrólogos. Hay algunos que hablan de un cuarto Rey Mago, cuyo nombre es... Artabán.

Pero vaya, ni Melchor, ni Gaspar, ni Baltasar (¡y se cayó!... sorry, no he podido evitarlo) aparecen mencionados directamente. Sin embargo, es una curiosa tradición la que se ha impuesto a la hora de regalar cosas a la gente... lo que no sé muy bien es desde cuándo. Porque veamos, supongo que si tuviera mucha historia en algún momento se nos habría mencionado, ¿no? Y en ningún momento, en ningún libro, se nos ha mencionado que, por ejemplo en el siglo 
XVI, que tampoco es hace 2000 años, hubiera Reyes.

Eso sí, una cosa está clara. Tienen mucha más historia, al menos aquí en España, que Papá Noel. San Nicolás. En tareas pendientes quedaría buscar información acerca de este alegre hombre que vestía de verde antes de que llegase la Coca-Cola... pero tampoco me voy a meter en más meollos. Lo bonito del asunto es que la gente por una vez al año (o bueno, por dos, que están 
los cumpleaños) piensa lo que le gusta al otro, en vez de en sí mismo. Eso es un bonito fundamento.

Por último, me gustaría dejaros con una canción de Navidad que a mí, personalmente, me encanta. "Christmas is the time to say I love you", de Billy Squier. No miréis a la pantalla, por favor. Pierde demasiado la canción.

¿Habéis sido buenos? ^^




Aviso a toda la poblacion: el simulacro de paz y amor ha finalizado. Guarden los langostinos, insulte a sus suegros y cuñados y disuélvanse. La Navidad se acaba...