lunes, 31 de diciembre de 2007

¿Por qué?

¿Por qué la gente felicita el año nuevo ANTES de que sea Año Nuevo?

En fin, a mí no me oireis felicitar a nadie hasta que empiece el 2008. Me parece estúpido.

Y sí, esta es toda la entrada.

P.D. Me pregunto...

a) Cómo se habrá dejado el pelo Rubén XD

b) Por qué no escribe nunca en el blog...


"Mariano, el enano marrano que se toca el ano con la mano" - profesor de mi padre

martes, 18 de diciembre de 2007

Test ultraguay gandul

Bueno, me han nominado para hacer un curioso test en www.fotolog.com/guttburgo. Y bueno, como yo sigo negándome a hacer un fotolog, pues aquí tenéis el test que originalmente, que yo sepa, proviene de Saúl. Por tanto, y como conclusión lógica, tendré que mantener unas palabras contigo...

Let´s start!

Hay que escoger un grupo y responder a las preguntas con títulos de sus canciones:

GRUPO: Los Gandules

1 . ¿Eres hombre o mujer ?: Soy sastre

2 . Descríbete: Paté de pato



3 . ¿Qué sienten las personas acerca de ti?: Ya están ahí

4 . ¿Cómo describirías tu anterior relación sentimental?: Bayas bayas



5 . Describe tu actual relación: Cabezada monumental

6 . ¿Dónde quisieras estar ahora?: Piscina municipal



7 . ¿Cómo eres respecto al amor?: No te tires

8 . ¿Cómo es tu vida?: Cuídame el gato

9 . ¿Qué pedirías si tuvieras un solo deseo?: Cacerolas (XD)

¡Ajax! ¡Ajax! ¡Ajax! ¡Mistol!

1O . Una frase sabia: No soporto la tuna




"Aunque seamos donetes, no nos comerán. Aunque seamos donetes, no nos comerán. Porque estaaaaamos pasados de feeeecha, no nos comerán. Nooo, nooo, no nos comerán; noooo, noooo, no nos comerán porque estaaaaaamos pasados de feeeeecha, ¡no nos comerán!"

domingo, 16 de diciembre de 2007

Y el atlante se fue a Bombai - aaai

Bueno, hace ya un tiempo de esto. Pero a veces me da por ponerme a recordar cosas. Y, pequeño atlante, esta va por tí. En este tiempo en el que has desaparecido del mapa mientras yo suspendía como un campeón :-P



No olvidaré en bastante tiempo aquel día el año pasado, antes de comenzar el examen de Historia. Mientras Maite todo estresada nos preguntaba no sé exactamente muy bien el qué, y yo comenzaba mi típico tarareo de canción previo a un examen... Rubén
 desconectó de repasar...
 
Y me  puso esto. Y comenzamos a tararearlo. La pobre chica delante nuestro mientras cantábamos, mientras yo al menos hacía el papanatas con los brazos. Y simplemente por eso, esta canción pasará a la historia... De hecho, de vez en cuando aún seguimos con la coña ¿no? Incluso la llevo en el mp3  Y ya que estás desaparecido, atlante embutido en camisa negra con corbata negra con divertidos movimientos de baile sobre la plataforma, esta entrada va por tí.

Y ya aprovecho para anunciar que la revisión de la historia falta muy poquito. Y que en breve, meteré una entrada acerca de la IIQG. Importante evento, sí señor. Para mí al menos, uno de mis regalos de cumpleaños ^^

Saludts!

Si los hechos no encajan en la teoría, cambie los hechos
 

domingo, 9 de diciembre de 2007

Lecciones aprendidas

Siempre he sido del pensamiento de que para realmente aprender algo, hay que hacerlo. De hecho, en 4º de Secundaria recuerdo perfectamente la frase con la que inauguré el curso, del señor Confucio.

Me lo contaron y lo olvidé, lo vi y lo entendí, lo hice y lo aprendí



Podríais pensar que me voy a poner filosófico, pero realmente creo que no es necesario conocerme mucho para saber que NO voy a hacer eso. Por un lado porque para ponerme filosófico, existen muchos mejores temas (y sabed que me gusta ponerme filosófico , y por el otro porque para eso ya está el atlante :-P No, al caso al que yo voy es que muchas veces de la experiencia se aprenden cosas. 
Y el otro día pude concluir una de ellas: 

PREGUNTA: ¿Cómo vivir una fiesta universitaria?

Para empezar, aparte de procurando hacerse con las entradas un poquito antes... está claro que a las fiestas va todo dios y se cuela todo dios por dos. Por tanto, en caso de tener estas entradas lo mejor que se me ocurre que se puede hacer es ir con un grupito de amigos pronto a la fiesta, estar un rato y gastar la entrada rápidamente (aunque pueda no resultar muy bueno a nivel mental ^^) y, cuando el lugar se llene, coger y largarse a otro sitio más tranquilo el grupo completo.

Básicamente, esas son las conclusiones que saqué de mi excursión el otro día...

Mañana o pasado, la historieta revisada. Me gusta bastante más, sí. Y tampoco es mucho más larga, pequeños perezosos.


Porque un amigo es aquel que está dispuesto a pasar un mal rato sólo por y para tí en vez de un buen rato con los demás.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Sólo lo que conocemos

En este relato he estado trabajando durante estos días. Ahora que ya lo he terminado, y aunque seguro sufrirá modificaciones, os lo cuelgo. A ver qué os parece... Son 1600 palabras, aproximadamente unos 5 minutos de lectura. Así que bueno, me hacéis un favor todos los que lo leáis, además de un pequeño regalo al escritor... Gracias pues, aquí os lo dejo. Si alguno queréis copiarlo y divulgarlo, por mí mejor ^^
-------------------------------------------------------------------------------

Nunca imaginé que ahora, esto sería así. En torno a mí, formas deformes e inmateriales se deslizan, aparentemente sólidas estructuras que, al aproximarme, se esfuman... No, nunca imaginé que, tras la muerte, todo esto sería así. No, en serio, no me preguntéis... realmente, es una larga historia... ¡Lo olvidaba! ... todavía no me he presentado. Todos me llaman Charlie, la verdad es que nunca tuve opción de elegir.

Doy dos tímidos pasos, con lo que parecen ser, aunque hoy día no lo aseguro, mis extremidades. ¿Y qué es de ti? ¿Por qué estás aquí? ... ¿Que primero te cuente yo? ¡Pero si es de mala educación responder así! ¿Qué? … En fin, pues bien… te contaré cómo llegué aquí…


SÓLO LO QUE CONOCEMOS
Porque nunca nos fijamos un poco más allá, ese simple trocito que atraviesa lo conocido y nos hace insensibles a lo ajeno


- ¡No olvides! Esta noche en la Catástrofe.
- ¡Ahí estaré, tranqui! ¡Nos vemos!

Un fuerte apretón de manos precede la separación de nuestros caminos, cada uno rumbo a nuestra casa. Me llevo las manos a las asas de la mochila, abriéndolas un poco… ¡son realmente molestas!, y entonces sigo caminando por entre las calles de mi ciudad. Los edificios en esta zona son bastante altos, siete u ocho pisos completamente enladrillados, aunque el a menudo molesto ruido del tráfico no decora en exceso la zona. Tomo rápidamente mi mp3 del bolsillo de mi abrigo, y tras una primera tentativa fallida consigo ponerlo en marcha… Paradise City, de los Guns. Mientras la vuelvo a tararear, también comienzo a repasar tranquilamente los planes del día… ¡dios mío, no he llamado a Ana! Ahora mismo en que llegue a casa tengo que avisarla, si no me ahorcará. Haremos ya cuatro años saliendo juntos, y ya lleva un mes dando la tabarra con el qué le pienso regalar… dios. Se supone que lo bonito del amor es el amor… y se supone que las tiernas, las que realmente perciben esa esencia, son las mujeres… en fin. ¿Para algunas cosas será que no? ¡Ostis! Y ahora que lo pienso… vale, no tiene mucho que ver, pero… también tendré que sacar al perro.

Escucho el crujir de la puerta al deslizar las llaves en la cerradura, y el movimiento que hace al abrirse me permite acceder de nuevo a mi querido y dulce hogar. Entro escopeteado hacia mi habitación, la primera puerta a la derecha, y arrojo con violencia la mochila sobre mi compañera de sueño, mi amiga la cama. Tomo el teléfono, que ha debido de estar allí durante toda la mañana, y llamo con urgencia a mi chica.

- ¿Sí?
- Hola cariño, soy yo.
- Hola – oigo al otro lado del celular con sentimiento emocionado - ¿Qué tal te ha ido?
- Buah, creo que no muy bien... De todas maneras el lunes publicarán los resultados… A ver. Por cierto por cierto … ¿qué tal tú pues el baile?
- Mira, poco a poco van saliéndonos más cositas… hoy incluso han comentado de intentar hacer una torre algún día de estos. Espera un momentito, que me llaman…

Mientras oigo como debate con gritos con su madre, vuelvo la mirada hacia el techo y aprovecho para tumbarme sobre mi cama, con una colcha a base de rombos de colorines; los pies sobre la almohada y la cabeza al aire. Mis padres no están en casa, trabajan ambos y a duras penas se les ve una vez ya ha anochecido. Me distraigo contando las hojas que tiene el árbol de enfrente, día a día más menguadas ante la ineludible llegada del próximo invierno.

- Oye, te tengo que dejar. Nos vemos en media hora en la esquina de siempre, ¿de acuerdo?
- Vale, un beso
- Hasta hora

Media hora… uf. Voy a llegar bastante bastante justo de tiempo. Le dejo la comida al perro, un precioso pastor alemán negro que me regalaron para mi cumpleaños hace ya cinco años, y rápidamente cojo el abrigo y bajo las escaleras a un ritmo casi frenético. Los diez minutos que tarda en llegar el bus se me hacen casi eternos, pero el bullicio reinante dentro de esa carcasa con ruedas me estresa aún más. No me gusta llegar tarde a los sitios, y menos aún con Ana. No sabéis lo peligrosa que puede ser cuando se enfada… Suena el teléfono cuando estoy a punto de finiquitar mi trayecto en la carraca. Es Marcos, uno de mis mejores amigos, un chico que es bastante excéntrico pero que tiene un don para saber cuándo y dónde actuar o no de tal o cual manera.

- Oye tío, necesito hablar un rato con alguien…
- ¿Eh? ¿Qué te pasa?
- Buf… estoy jodido… ¿Sabes Marta?
- ¿Cómo no voy a saberlo?
- Pues lo hemos dejado…
- ¿Y eso?
- Prefiero comentártelo cara a cara… ¿vas a hacer algo esta noche?
- Iba, iba. Dime dónde y cuándo quedamos… ¿En serio no quieres decir nada?
- No, no. Luego. ¿En un par de horas en la puerta de la Biblioteca?
- Ahí estaré.
- Venga pues, gracias tío. Te debo una.
- No me debes nada… para eso estamos, sólo faltaría. ¡Nos vemos!
- Hasta luego.

Ya casi he llegado y además a tiempo ¡Allí al fondo! Me acerco a ella y le doy un par de besitos. Mi novia es una chica no muy alta, de pelo rubio y una cara traviesa que me encanta. Tomados de la cintura, comenzamos a caminar tranquilamente, mirándonos a los ojos a hurtadillas, hablando sobre temas sin aparente importancia.

- Seré breve… porque no sé cómo decirte esto…
- ¿Qué pasa?
- Buf, sé que es duro… y por eso te lo quería decir cara a cara…
- ¿Te ha pasado algo? Dímelo mujer, si te puedo ayudar…
- No, no es eso. Es que… escucha, no podré repetirlo más veces, me duele demasiado… bueno, que lo nuestro no puede seguir.


Perplejidad, asombro e incredulidad podrían ser términos que describieran su rostro en aquel instante. También podría percibirse un ligero temblor en sus manos, o incluso palidecer su rostro, morenos cabellos agitándose sobre él por el viento. Ella le besa en la mejilla, le ofrece su hombro mientras él se lleva la mano sobre la frente, asimilando lo recientemente dicho. Pero pronto, ella se va y él queda ahí, solo. Cabizbajo, marcha lentamente de nuevo a su casa, bajo la capota nocturna que proporciona la ciudad a sus viandantes.

Entra con violencia, salta sobre la cama bruscamente… y comienza a llorar. Siempre se ha hablado de la sensación de soledad como una de las mayores tragedias del ser humano, y de la sensación de desarraigo como una angustia que te hace sentir un extraño vacío. Un lametón en la mano provocó un leve cosquilleo en él, que sin embargo prosiguió tumbado. Sin embargo, a la tercera va la vencida y un lamento escapó de sus labios.

- Ahora… ahora, pesado. Enseguida bajamos.

Se enjuagó los ojos, frotándolos lentamente esperando tener algún misterioso efecto. Miró el reloj, y entonces sólo pudo observar con sorpresa cómo era casi la hora en que había quedado con Marcos. Las prisas le inundaron…

- Ven Charlie ven, vamos a pasear… ya te toca, tienes razón.

El perro corrió entusiasmado, revoloteando sin cesar alrededor de su dueño, que, sumido en sus propias cavilaciones y acelerado por la tardanza, no prestaba atención. Afortunadamente, pensaba mientras descendían por las escaleras, su amigo vivía a unas pocas manzanas. Eso le daba tiempo. Meditabundo, torció hacia la derecha… y entonces, tuvo lugar la traca, aquella que todo el mundo desea pero que hoy no debía llegar. Ana… y otro. ¿Qué era aquello?



- Hola Marcos, siento la tardanza…
- Buenas… nada hombre. Gracias a tí por venir, en serio.
- No iba a faltar, lo sabes.
- ¿Te pasa algo? Me falta tu típico “sólo faltaría” en esa frase…
- Supongo que no sólo tú estás jodido.
- ¿Y eso? ¿Qué pasa?

Ambos hablaron largo y tendido acerca de ello. Transcurrido un buen rato, dejaron al perro en el piso de Marcos y marcharon a un bar. Pasando toda la noche como inquilinos de la barra, bebieron toda la serie de combinados y chupitos que mente alguna pueda imaginar. Sus penas desembocaron en algarabía, la algarabía en unas carcajadas rozando la demencia senil que les acompañaban mientras cruzaban las calles de retorno a casa de Marcos. Ya con el cuadrúpedo, con paso tambaleante, el destino del joven fue brutalmente interrumpido al cruzar la calzada.

Dueño y animal partieron despedidos una veintena de metros, dando varias volteretas sobre sí mismos, mientras una joven llamaba extasiada a los servicios de emergencia. Arribaron prestos, las chaquetas amarillas de los médicos corriendo destacaban en medio de aquella vía, escasamente iluminada por cuatro farolas mal situadas. Expectantes, varios balcones poblados de vecinos en albornoces y pijamas contemplaban la escena, mientras el atareado trabajo de los sanitarios proseguía. Pasaron diez angustiosos minutos antes de que situaran la camilla dentro de la ambulancia.

------------------------------------------------------------------------------------------------

Esta es mi historia, amigos. Supongo que ahora os daré pena, pero Guillem sobrevivió, con tan apenas un par de costillas y la rótula fracturadas. ¿Que quién es Guillem? Guillem es mi dueño… yo soy Charlie, ya os lo dije al principio. Soy su perro. Seguro que no me echabais en falta, ¿verdad? Porque todos tendemos a pensar sólo en quienes nos importan, sin mirar más allá… Luego hay gente que pueda preguntarse cómo puede estar así el mundo. No entiendo, ¡es que no lo puedo entender!, cómo pueden ser tan incongruentes… Es muy difícil visualizar ese más allá que hay atravesando nuestra coraza de lo próximo. Y ése, ése es mi nuevo gran reto en esta nueva oportunidad que tengo.